El Calvo Liberal y La Religión
Este es el cuarto post que escribo en El Blog Liberal y estoy muy contento por los comentarios recibidos hasta ahora. ¡Incluso me están pidiendo colaboraciones en otros blogs!
¡Gracias a quienes me dieron su apoyo!
Hablar de la religión es un tema álgido entre los liberales. Unos abogamos por un agnosticismo precavido, otros se inclinan más hacia el ateísmo y los más conservadores tienen sus creencias arraigadas.
Quizás el tema de la religión sea uno de los más discutidos junto al aborto (tema del cual hablaré en otro post) y por ello me he animado a escribir sobre mi punto de vista al respecto.
Liberalismo y Religión
No hay un camino o un pensamiento único con el que se pueda llegar a la verdad. La verdad es una tierra sin caminos. Ninguna religión es capaz de llevarnos a la espiritualidad o a la libertad. Las religiones son una causa de esclavitud tanto como cualquier otra. Sólo nos pueden ofrecer una jaula o prisión religiosa.
Para andar libres tenemos que deshacernos de todas esas muletas. Las religiones no son más que los intereses creados de la creencia organizada, separando y dividiendo a las personas. Las religiones se basan esencialmente en el miedo.
¿Estoy diciendo que no hay nada de valor en los grandes textos religiosos como la Biblia, el Corán o la Torá? Puede que haya algo de valor en esos libros en términos de literatura o como un relato del pensamiento de una persona.
Pero la verdad no está en ningún libro. Si la verdad estuviera allí, entonces no habría ningún conflicto entre la Biblia, la Torá y el Corán. El conflicto sólo puede existir entre lo falso y lo falso. No puede haber conflicto entre lo verdadero y lo verdadero. Ni entre lo verdadero y lo falso.
¿Quiero decir que las religiones no son parte de la solución, sino parte del problema? Lamentablemente es así. La verdad no se puede comprender a través de ningún credo, ningún dogma, ninguna sabiduría filosófica, ninguna técnica psicológica, ningún ritual o sistema teológico.
La verdad se experimenta de momento a momento, La verdad no es algo prefabricado que te pueda dar una religión o un maestro. La verdad necesita ser descubierta. La vida es un viaje de descubrimiento.
La certeza sólo es posible cuando existe algo fijo y permanente, mientras que la realidad se mueve y cambia continuamente. Se encuentra constantemente en estado de transformación.
Si nuestras mentes están atadas a una creencia fija, a una determinada sabiduría, entonces ¿Cómo podemos bregar con este cambio continuo? Ya que la realidad no es estática, necesitamos mentes rápidas y corazones flexibles. Sólo entonces sabremos responder ante la naturaleza dinámica de la existencia.
Religión y Política
La religión tuvo un papel fundamental en la creación de la civilización occidental tal y como la conocemos. Fue el causante de la congregación de la sociedad en torno a unos valores morales que fueron aceptados por la mayoría, y que luego fueron expandiéndose en la medida que los imperios se fueron expandiendo.
Podría decirse que el liberalismo tiene sus orígenes en la división de poderes que aparecía en los pensamientos de John Locke, uno de los padres del liberalismo.
El pensamiento de Locke influyó en los fundadores de EEUU, quienes, en la primera enmienda a la Constitución norteamericana, establecieron la separación entre la Iglesia y el Estado y prohibió a éste interferir en el libre ejercicio de cualquier creencia.
Sin embargo, en la actualidad la religión ya no juega ese papel fundamental porque ya no es necesaria para el mundo occidental. Tenemos una sociedad estable, con sus ligeros cambios, pero los valores no han cambiado mucho con el paso de los siglos. Ya el discurso de un Dios que todo lo puede no es necesario, ya la ciencia ha avanzado lo suficiente y ha dado explicación a muchas de las cosas que antes se lo atribuíamos a la divinidad.
Como dije al principio del post, muchos liberales por convicción no profesamos alguna religión, pero si respetamos la libertad de cada individuo en tener sus propias creencias, siempre y cuando no menoscaben la libertad de su prójimo. Lo mismo para el matrimonio gay y cualquier expresión de libertad que no dañe al prójimo.