El Calvo Liberal. Emociones y Liberalismo.
En el post anterior, (pincha aquí para leerlo) hablé sobre la importancia del marketing para la difusión del liberalismo en los ciudadanos, ya que me parece un tema fundamental del que no se habla en debates, foros, ni en redes sociales (o al menos no de manera relevante).
En este post, ahondaré un poco más en cuáles pueden ser los canales, medios y estrategias a utilizar para, intentar al menos, que el liberalismo se vuelva un tema de debate público nacional y no se quede únicamente en motivo de argumentación intelectual entre un grupo minoritario.
Quisiera recordar que no me considero el descubridor del agua tibia en este tema, pero me parece que estamos en un momento propicio para divulgar las ideas liberales al conjunto de la población, y por ello me animo a retomarlo y darle, eso sí, un enfoque diferente.
Les invito nuevamente a ver la ponencia de Mariano Rodriguez en el canal de YouTube del Instituto Juan de Mariana, para que tengan un contexto más detallado del tema que trataremos en este post.
¿Debemos dejar la racionalidad a un lado como herramienta de difusión del liberalismo?
El marketing no desestima la lógica, la racionalidad, la congruencia y la coherencia, pero tampoco desestima, y es uno de sus puntos fuertes, la emocionalidad como herramienta de difusión de las ideas. Con esto no quiero decir que la batalla cultural es inútil, pero no es la herramienta idónea para la divulgación.
La batalla cultural e intelectual no es el camino para convencer a las masas. La batalla cultural sirve para lo micro, para lo específico, para desarrollar el talento en algunas intelectualidades que ayuden al proceso, pero no sirve para llevar el liberalismo a las masas, porque ello implica un alto desarrollo cognitivo e intelectual de la población, y eso en términos sociológicos es prácticamente imposible (Javier Milei en Argentina, es un ejemplo de ello).
Una de las ventajas del marketing es que siempre encuentra la manera de llegar al público objetivo de manera efectiva y eficaz. En este sentido, no debemos confundir manipulación de masas y populismo con autenticidad y popularidad.
Tomando esta afirmación como premisa, uno de los errores que hemos cometido los liberales ha sido utilizar la economía como bandera. Si bien es cierto que es uno de los puntos fuertes o quizás el más fuerte del liberalismo, debemos entender que la mayoría de la población rehúye del debate económico, ya que requiere de una capacidad elevada de conocimientos, algo que en una población con una escasa formación es impensable.
Otro de los problemas de utilizar la economía como palanca de difusión de las ideas liberales, es que la economía suele ser vista como “la ciencia de la decepción” ya que la economía te obliga a conectarte con la realidad. Precisamente uno de los mensajes de la izquierda es “no te preocupes, que el estado proveerá” porque saben que esto conecta con “el punto de dolor” de la mayoría de las personas.
¿Cómo usar las emociones, a través del marketing para “vender” el liberalismo?
La gente no llega al socialismo leyendo a Marx, llega por canciones, películas, literatura, artistas, etc. No podemos pretender que el liberalismo llegue a la gente a través de la intelectualidad, eso funciona para unos pocos. Hay que utilizar las mismas herramientas que la izquierda. El storytelling para mi sería fundamental y tener un artista de relieve mundial que sea abiertamente liberal (no conservador).
Además de ello, es un tema de coordinación. Uno de los pasos que lleva adelante la izquierda global, es la sincronía de sus acciones en las distintas regiones. Por lo que un marketing asociado a temas «sociales» les ha beneficiado, mientras el liberalismo se centra en países. Es un tema de mala segmentación del público objetivo.
Según el CIS (estudio Nº 3248 de 2019, con 5.943 entrevistas) uno de los resultados más interesantes sobre el perfil de las personas que se consideran liberales, es que ni el sexo de la persona entrevistada, ni el tamaño de municipio en el que se reside, ni los ingresos personales marcan diferencias en este sentido. Solo tener estudios medios aumenta la probabilidad de ser liberal sobre haber alcanzado como máximo la educación primaria.
Este dato viene a confirmar el argumento anterior, con respecto a la capacidad de entender y asimilar las ideas del liberalismo.
Otro dato a tomar en cuenta es que aproximadamente un 10% de la población con derecho a voto se declara liberal, o al menos es su segunda opción. Esta cifra es especialmente significativa entre los menores de 35 años. En mi opinión, este segmento de edad debería ser una parte fundamental del público objetivo.
Utilizar la moral compartida como soporte para construir el mensaje del liberalismo.
Tema complicado y simple al mismo tiempo. Utilizar un poco el sentido común y las situaciones cotidianas ayudan enormemente al mensaje liberal. Cuando hablo de utilizar la moral compartida en términos prácticos, me refiero a utilizar lo que ocurre en nuestro día a día para transmitir el liberalismo a través de la sencillez.
Por ejemplo, todos sabemos que la pobreza está mal, pero se habla más de desigualdad, porque cada vez en el mundo hay menos pobreza y en los países donde hay más pobreza, hay más intervención estatal, más controles, más impuestos.
Es por ello que la izquierda habla de desigualdad, porque saben que tienen todas las de perder si hablamos de pobreza. En ese tipo de situaciones cotidianas donde el liberalismo tiene ventaja, ya que va al punto de dolor de las personas, es donde podemos sacar provecho.
La batalla de las palabras y de las ideas
¿Se han dado cuenta que cuando hablamos de capitalismo, solemos ponerle un adjetivo favorable? La palabra capitalismo por sí sola está mal vista, por lo que tendemos a “suavizarla” de alguna manera. En cambio, con el socialismo no ocurre eso, porque no está mal visto (a menos que estés en un entorno liberal).
El telón de fondo de esta “batalla” está formado por tres frentes claramente definidos: la simplificación de las ideas, la personalización del mensaje y el impacto emocional que está en la base de la manipulación. ¿Cuál es el escenario idóneo para esta triada? Los medios de comunicación. No es el Congreso o el Senado, son los platós de TV y las redes sociales.
Quien controla las palabras, controla las herramientas mentales que organizan la formulación de normas, clasificaciones, nomenclaturas, percepciones e interpretaciones, que a su vez inducen modelos de acción, estrategias y políticas. De ahí la importancia del sentido de las palabras.
Es necesario renovar el lenguaje desde adentro para poder decir lo que realmente hace falta. Las palabras no nos vienen dadas: hay que pelear por ellas. Las palabras son herramientas de una enorme fuerza: a partir de ellas, de su capacidad de imantación, puede cambiarse el mundo. La izquierda no lo ignora, y entonces intenta apropiarse de ellas (con buenos resultados para ellos, lamentablemente).
Humor y liberalismo.
Si bien el humor necesita saltar los valores y no se lleva bien con las ideologías, hay un talante liberal que se lleva bien con el humor.
Una de las ventajas de utilizar el humor es que nos ayuda a simplificar el mensaje y empatizar con la gente. También tiene otra utilidad en los momentos de crisis: Sirve de mecanismo de afrontamiento. Este término de la psicología hace referencia a cómo somos capaces de superar la ansiedad que causa a nuestro cuerpo una situación límite mediante el uso de diferentes técnicas conductuales.
Cuando se estudian las características con las que debe contar una persona que lidere grupos, el sentido del humor suele ser uno de los elementos presentes. Por lo tanto, el humor no debilita al liderazgo, sino que este sale reforzado ya que puede ayudar a la resolución de conflictos.
Las personas que utilizan con eficacia el humor se convierten en polos de atracción social, algo que podemos comprobar con solo repasar mentalmente nuestros círculos más cercanos. Otro factor muy importante es la capacidad interpretativa del humor que tenga la persona que lo utilice. Al igual que ocurre con otros tipos de habilidades, ser capaz de comunicar un mensaje y resultar gracioso no está al alcance de todos los mortales.
Para finalizar
Seguramente habrán muchos más puntos para discutir sobre este tema. Incluso diría que este post carece de soluciones mágicas, pero sí creo que ofrezco un abanico de opciones de las cuales podemos aprender y empezar a poner en práctica. La situación de España y del mundo en general, así lo requiere.